BLOG DEL DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA DEL IES BAJO ARAGÓN (ALCAÑIZ)

UN BLOG PARA PENSAR, CREAR Y APRENDER

martes, 23 de diciembre de 2008

PERDIDO EN EL BOSQUE

Era un fin de semana a finales de octubre y hacia un buen día, bastante soleado, así que yo y mi padre fuimos al campo a buscar robellones. Salían muchos nos divertíamos mucho cogiéndolas pero de repente el cielo se oscureció y aparecieron unos grandes nubarrones. No llovía pero había niebla y casi no se podía ver a más de tres metros. Buscamos el camino hacia la carretera donde habíamos dejado el coche pero no lo podíamos encontrar. Lo buscamos durante una hora pero todo parecía lo mismo, lleno de pinos y hierbajos, y lo peor es que estaba oscureciendo. Cogimos el móvil e intentamos llamar a casa, pero no había cobertura. Estábamos perdidos. Nos paramos a descansar en una roca, y entonces, oímos unos ruidos y vimos que algo se acercaba pero con la niebla no se podía distinguir. Cuando se acercó más, vimos que era un jabalí y al vernos corrió hacia nosotros, corrimos y nos subimos a un árbol. Pero el jabalí aún se quedó haciendo guardia alrededor del árbol. Yo tenía mucha hambre pero no podíamos bajar mientras el jabalí estuviera allí. Por ese empezamos a tirarle piñas y palos desde el árbol hasta que se marchó, entonces bajamos, pero ya se había hecho de noche. Hicimos un fuego con un mechero que llevábamos y nos pusimos alrededor de él. Abrimos la bolsa que llevábamos buscando unas manzanas y nueces que nos habíamos traído pero no había nada, se las debía haber comido el jabalí. Así que cogimos los robellones, los limpiamos con el agua que nos quedaba y los asamos al fuego. Nos los comimos, estaban buenísimos. Al cabo de un rato nos pusimos a dormir con el calor del fuego. Se oían ruidos y sonidos extraños, yo tenía miedo pero al cabo de un rato conseguí dormirme. Al despertarnos ya era de día y la niebla se había marchado. En una media hora encontramos el camino de vuelta hacia el coche. Cuando llegamos a casa todos estaban muy preocupados y les contamos la gran aventura que habíamos pasado.



FIN
ANDRÉS CRUZ. 1º A.

VIAJE A LA SELVA

Teníamos que ir a buscarlo. Hacía dos semanas que la expedición había marchado a aquella selva y ninguno de sus hombres había vuelto ni había dado señales de vida. Se habían marchado a buscar un antiguo tesoro a la selva de Kenia y no sabíamos nada de ellos.

A la mañana siguiente cinco compañeros y yo cogimos un avión hacia Kenia. Cuatro horas después ya habíamos llegado, y tras dirigirnos en un coche hasta la selva nos dispusimos a empezar la búsqueda. Nos dividimos en dos grupos. A mí me toco con Ricardo. Llevábamos un rato buscando cuando oímos unos tambores cerca de nosotros. Pensamos que quizás allí estaban nuestros compañeros y que habían sido capturados alguna tribu. Fuimos a su encuentro y a los pocos pasos caímos en una trampa. Habíamos quedado atrapados en un agujero y veíamos cómo se iban acercando hacia nosotros unos hombres pintados y con extrañas mascaras. Nos llevaron atados hasta una de sus cabañas donde nos encontramos con todos nuestros compañeros. Estuvimos un buen rato pensando escapar hasta que a mí, se me ocurrió una idea. Nos acercamos a un fuego que los hombres de la tribu habían encendido y quemamos las cuerdas que nos ataban manos y pies. Llegó la hora de cenar, y en un descuido de nuestros vigilantes salimos corriendo. No sabíamos a dónde íbamos pero no paramos de correr. Al llegar a un río, nos subimos a unas viejas balsas de madera y conseguimos, al fin, escapar de aquella tribu. No sabíamos cómo podíamos volver a casa. De pronto vimos a un grupo de turistas. Nos acercamos a ellos y gracias a su helicóptero pudimos regresar sanos y salvos. Aunque no habíamos encontrado ningún tesoro en aquel viaje, teníamos muchas cosas que contar a la gente.


FIN


BERTA GARCÍA MARTÍNEZ 1º A