BLOG DEL DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA DEL IES BAJO ARAGÓN (ALCAÑIZ)

UN BLOG PARA PENSAR, CREAR Y APRENDER

miércoles, 27 de mayo de 2009

Siento...

Siento que estás ahí,
pero no te veo.
Siento que te oigo,
pero no haces ruido.
Siento que te huelo,
pero no es cierto.
Siento que te toco,
pero no estás.
Siento a qué sabes,
aunque te desconozco.

Samuel Lacueva.

EL FLAUTISTA DE HAMELÍN.

Había una vez un hombre que sabía hipnotizar a personas o animales.
Un día se desató una enorme plaga de ratones que destrozaba todas las cosechas. El rey daba una recompensa a la persona que acabara con la plaga.
El flautista decidió intentar acabar con la plaga hipnotizando a los ratones. Empezó tocando la flauta, los ratones le seguían, y él los quería llevar hasta una cueva y encerrarlos allí hasta que muriesen, pero como el camino era tan largo, los ratones empezaron a tener hambre y se comieron al flautista.

FIN.
Rubén Albesa.

Yo siento...

Yo siento,
los recuerdos que tuve al visitar los sitios en los que ocurrieron.
Yo siento,
la ilusión de los días que dan comienzo al verano.
Yo oigo,
el sonido de las noches de verano.
Yo escucho,
el sonido de los pájaros en las largas tardes de verano.
Yo huelo,
las flores que nacen en verano.
Yo escucho,
el sonido de las aguas del río cuando se chocan entre sí.

Rubén Albesa.

EL VERANO.

En verano voy de campamento,

en el campamento voy a la piscina,

en la piscina me baño,

me baño y buceo,

buceo con gafas,

con gafas de sol paso los días,

los días se me hacen muy cortos,

muy cortos son los pantalones que llevo,

llevo en la espalda la mochila,

la mochila que me traje al campamento.


Víctor García Pérez.

¡CORRE, MIRA,... EL VERANO!

No pasa un mes y ya llega,
gastando bromas calurosas,
sastre que cose ilusión al alma,
marinero de la brisa marina,
nadando con traje blanco…
¡CORRE, MIRA,… EL VERANO!


Noches con estrellas de colores,
respeta el aire de agosto,
toma el sol con cuidado,
dorado, feliz y simpático.
Como un helado y descanso en un banco.
¡CORRE, MIRA,… EL VERANO!


No existe la pena,
nada de hablar del llanto.
Todos avisan algo.
Gozan de las frutas dulces;
cestas de cerezas guardo en mi saco.
¡CORRE, MIRA,… EL VERANO!






Rosa Carmen Bono Velilla 1ºB 23-5-
09

lunes, 25 de mayo de 2009

El Soldadito de Plomo

Érase una vez un soldadito de plomo que tenía tres piernas. Nadie lo quería comprar, hasta que un coleccionista de muñecos raros lo compró.
Como no podía ser de otra manera lo colgó en un estante junto a un osito de peluche con tres orejas y un juguete de acción con dos bocas. Le contaron que aquel coleccionista los había comprado en distintos lugares del mundo; al peluche en Estados Unidos, al juguete de acción en Rusia, como otros países del mundo. El coleccionista se pasaba el día en Internet, buscando otros raros muñecos y observando horas y horas su colección.
Un día llegó con una bailarina con nada más que una pierna. El soldadito pensó, que para ayudarla podía darle una de las suyas. Trazó un plan para deshacerse del coleccionista y liberar a todos los muñecos.
Consistió en que el hombre con tres cabezas vigilara, porque era el que mejor vista, y más ojos tenía. El soldadito y el muñeco irían a buscar a la bailarina, pues estaba en la mesita de noche del coleccionista. Los demás arrancarían el ordenador y lo colgarían delante de la puerta, y lo soltarían cuando llegara el coleccionista. Empezó todo. El soldadito y el muñeco fueron a la habitación del coleccionista, aunque era de noche y estaba oscuro, pero llevaban una linterna. Cuando llegaron a la habitación algo no les había salido como esperaban, el coleccionista tenía en sus manos a la bailarina y, para recuperarla tenían que cruzar por su barriga. El muñeco le dio a una cuerda que tenía preparada, el soldadito escaló por la estantería con la cuerda y cuando estuvo encima del coleccionista se ató la cuerda al cuerpo y se lanzó al vacío, pero el soldadito pesaba más que el muñeco e hizo levantarlo por los aires, que hizo a su vez que se cayeran los dos sobre el coleccionista. Instintivamente, el soldadito fue a por la bailarina mientras el coleccionista gritaba: - ¿Qué? – dijo mirando estupefacto como las figuritas corrían de un lado a otro, los muñecos saltaron de la cama perseguidos por el coleccionista, llegaron a la habitación, por milímetros no los cogió y después le cayó el ordenador en la cabeza y se desmayó.
Instintivamente, todos los muñecos saltaron de sus escondites huyendo. Organizándose bien, llegaron a una tienda de juguetes donde niños y niñas los compraban a pesar de sus malformaciones. El soldadito y la bailarina se hicieron novios y como regalo de bodas, el soldadito le dio una de sus piernas. Los compró una niña de cinco años que los trataba de maravilla.
Manuel Carela. 1º B.

Siento...

Yo siento el sabor
de tus labios de fresa.

Yo siento el olor
del espejo mar.

Yo siento el sonido
del viento colorido,
del melodioso ruiseñor
entonando una sinfonía.

Yo siento en la piel
tus caricias por la mañana.

Yo siento el color
de la hermosa rosa,
cuyo apellido eres tú.

Yo siento el olor,
el sonido, el sabor,
el color y en la piel
al dorado Sol.

Laura Herrero. 1º A.

Los Tres Cerditos

Eran tres cerditos que acababan de abandonar el hogar que tenían junto a su madre. Decidieron ayudarse entre ellos a construir uno nuevo. Los hermanos se pusieron de acuerdo y comenzaron a edificar con cemento y ladrillo. Al acabar, el hermano mayor preparó una buena comida para celebrarlo. Los tres disfrutaron con la comida y pensaron que podrían montar un restaurante para aquellos animales del bosque que no pudieran encontrar comida o quisieran cambiar un poco la rutina. En esto que los cerditos se pusieron a discutir sobre el proyecto. Ninguno quedó conforme, así que se dividieron en tres restaurantes distintos.
El menor hizo un pequeño restaurante con palos, al igual que una cabaña.
El mediano lo construyó con cañas, lo decoró con fotos de refrescantes playas, al ambiente hawaiano.
El mayor, que lo edificó con ladrillo y decoró la fachada con bonitas piedras, parecía una casa rural.
Así, poco después, los hermanos abrieron los locales. Durante días todo marchó bien, hasta que una tarde llegó un hambriento lobo al restaurante del hermano menor, quejándose de la escasez de comida en el bosque. Mientras preparaban la comida, algunos clientes se quejaron del comportamiento del canino. De esta forma lo tuvieron que echar. El lobo, cabreado, sopló y sopló hasta derrumbar el local. El dueño corrió con su hermano y momentos después anunciaron la llegada del lobo. Lo sucedido anteriormente se repitió, un conejo se quejó de cómo le miraba y, sin más remedio que echarlo, el lobo sopló y tiró la amarillenta cabaña. Los dos cerditos corrieron con el hermano mayor y le contaron lo ocurrido. Este tuvo una idea. Cuando el lobo entró le hizo pasar a un salón especial. Al entrar una gran olla repleta de agua hirviendo cayó sobre él, y de esta manera se fue para no volver.
Laura Herrero. 1º ESO A.

viernes, 22 de mayo de 2009

Los tres Cerditos.

Había una vez tres hermanos cerdos. Un día su madre los echó de casa y les dijo que no volviesen hasta que no tuviesen una buena mujer. Los cerditos emprendieron el viaje y al segundo día, al pasar por una granja, el hermano mayor se enamoró de una cerdita. Abandonó a sus hermanos y se construyó una casa de paja. El hermano mediano encontró a otra cerdita y se construyó una casa de palitos. El otro hermano, al no encontrar una mujer, se construyó una casa de ladrillos. Un día una hermosa loba salió en busca de comida. Llegó a la casa de paja y la destrozó. Los dos cerditos fueron a refugiarse a la casa de palitos, pero la loba también la destrozó. Entonces los cuatro corrieron a la casa de ladrillos y al llegar allí ocurrió algo imprevisto: la loba se enamoró del cerdito, se casaron y celebraron una gran boda.
Berta García. 1º A.

SIENTO...

Los colores
de las flores en la primavera.
El sabor
de las fresas en la primavera.
El canto
de los pájaros en la primavera.
La suavidad
de tu piel en la primavera.
El olor
del mar en la primavera.

Berta García. 1º A.

AUNQUE - SIEMPRE

Aunque grito mucho
siempre acabo hablando bajo.
Aunque hay muchas guerras
siempre hay paz en otros sitios.
Aunque discuto con mi hermana
siempre nos reímos juntas.
Aunque no me gusta el pescado
siempre pruebo un poco.
Aunque no me gusta madrugar
siempre acabo bien el día.
Aunque no quiero ir al dentista
siempre me trata bien.
Aunque no me gustan los deberes
siempre aprendo con ellos.
Aunque a veces me enfado
siempre me desenfado.


BERTA GARCÍA. 1º ESO A.

miércoles, 20 de mayo de 2009

LOS 7 CABRITILLOS


Estaban en casa los cabritillos con su madre. Su madre se fue, entonces el lobo se maquilló como si fuera su madre pero no se acordó de aclararse la voz. Fue a casa de los cabritillos y se hizo pasar por su madre. Ellos le dejaron pasar pero entonces el más pequeño le pegó un tiro en la cabeza y se lo cargó. Cuando llegó su madre se lo comieron porque escaseaba la comida y encima estaban en crisis.
Helio.

LOS SENTIDOS CON EL VIENTO.

¡La vista
del mar con el viento!

¡El gusto
de la fresa con el viento!

¡El oído
de los pájaros con el viento!

¡El tacto
de la piel con el viento!

¡El olor
a colonia con el viento!

HELIO RUBIO. 1º B.

Aunque- siempre

Aunque molesto a mi hermana siempre la querré.

Aunque voy con prisas siempre me tranquilizo.

Aunque mi hermana es una quejica siempre hago las paces con ella.

Aunque mis padres son muy exigentes siempre me cuidan.

Aunque el instituto no me gusta siempre voy.

Aunque los exámenes no me gustan siempre suelo sacar buenas notas.

HELIO RUBIO. 1º ESO B.

VEO...

Yo veo,
los colores de la vida.
Yo saboreo,
tus labios de fresa.
Yo oigo,
el viento rugir.
Yo toco,
tu cara de seda.
Yo huelo,
la sal del mar.

VERÓNICA BARAÑÁN.
Aunque tengo que ser más ordenada
Siempre lo encuentro todo.
Aunque hay muchas guerras
Siempre pienso que se acabarán.
Aunque tardo mucho en hacer los exámenes
Siempre lo acabo.
Aunque los chicos de mi clase se portan mal
Siempre se callan.
Aunque tengo que ayudar más en casa
Siempre contribuyo un poco.
Aunque fastidio un poco a Berta
Siempre nos lo pasamos bien.
Aunque tengo que jugar más con mi hermano
Siempre encuentro rato para él.
Aunque el poema se acabe
Siempre puedo escribir más.

VERÓNICA BARAÑÁN.

LO QUE YO SIENTO.

Puedo ver tu sonrisa
cuando estás contenta.
Saborearía una y otra vez
tus degustaciones.
Puedo acariciar tu mejilla
cuando te tengo cerca.
Me encanta oír tu voz
todos los días.
Puedo oler el aroma de las rosas
en primavera.

LAURA BONFIL CELMA 1ºB

AUNQUE Y SIEMPRE

Aunque me enfado
siempre me desenfado.
Aunque tengo muchos deberes
siempre los termino.
Aunque se me rompen las cosas
siempre me compro otras mejores.
Aunque hay mucha gente que muere
siempre nacen otros.
Aunque pierda algo
siempre lo acabo encontrando.
Aunque me encuentre mal
siempre me acabo curando.
Aunque me olvide los libros
siempre me los acaban dejando.
Aunque no me gusta leer
siempre me gustan los libros que leo.

LAURA BONFIL CELMA 1ºB

SENTIMIENTOS.

Siento, oigo ulular el viento,
En la inmensa noche estrellada.

Siento, veo a la luna dormir al firmamento,
En la inmensa noche estrellada.

Siento, roza la brisa mis manos,
En la inmensa noche estrellada.

Siento, saboreo mis palabras perdidas,
En la inmensa noche estrellada.

Siento, huelo el perfume de los dondiegos haciendo reverencia,
En la inmensa noche estrellada.








Rosa Carmen Bono Velilla 1ºB

AUNQUE... SIEMPRE...

AUNQUE riño con mis hermanas,
SIEMPRE sabré que son lo mejor de mi vida.

AUNQUE hay pobreza en cualquier sitio,
SIEMPRE podemos regalar sonrisas, todos sabemos que son gratis.

AUNQUE no me gusta levantarme pronto,
SIEMPRE me arreglan la mañana los buenos días de mi familia.

AUNQUE acabo el día agotada,
SIEMPRE recuerdo lo bien que lo he pasado con mis compañeros.

AUNQUE falta mucho para el verano,
SIEMPRE procuro aprovechar cada momento esperando que llegue.

AUNQUE nos portamos mal en clase,
SIEMPRE la “alegramos” a nuestra manera…

AUNQUE tengo muchos deberes,
SIEMPRE me gusta decir, “¡Ya los he acabado todos!”

AUNQUE me ha costado acabar el poema,
SIEMPRE suelo quedar satisfecha con los resultados.







ROSA CARMEN BONO VELILLA 1ºB

LO QUE YO SIENTO...

Yo veo el azul de tus ojos,
Puedo verme reflejado en ellos.
Noto el calor de tu piel,
Puedo refugiarme a tu lado.
Yo huelo el perfume del mar y
puedo recordar el día que te conocí.
Saboreo un helado de limón y
Puedo imaginarte conmigo.
Yo oigo cantar a los pájaros.
Puedo oír tu voz.

ANDRÉS CRUZ. 1º ESO A.

AUNQUE

Aunque me duela la espalda
siempre acabo con la mochila a cuestas
Aunque me gusta más ir en coche
siempre voy al instituto andando
Aunque me gusta leer
siempre me falta tiempo para hacerlo
Aunque odio los pimientos
siempre me los hacen comer
Aunque a veces me peleo con mi hermano
siempre nos acabamos perdonando
Aunque prefiero jugar a la play
siempre hago los deberes
Aunque esté muy bien de vacaciones
siempre hay que volver al colegio
Aunque tengo muchos juegos
siempre quiero comprar más.


ANDRÉS CRUZ. 1º ESO A.

miércoles, 13 de mayo de 2009

10 COSAS QUE NO ME GUSTAN.

No me gusta la verdura
pero me la como.
No me gusta el instituto
pero vengo.
No me gusta el francés
pero lo aprendo.
No me gusta la gente que insulta
pero convivo con ella.
No me gusta la guerra
pero me aguanto.
No me gusta levantarme pronto
pero me levanto.
No me gusta que pierda
pero lo reconozco.
No me gusta el color naranja
pero lo veo.
No me gustan los animales con pinzas
pero existen.
No me gusta acostarme pronto
pero lo hago.

Víctor García Pérez. 1º eso B.

LOS SENTIDOS

Veo el paisaje
pero no lo toco.
Oigo la música
pero no la veo.
Huelo el perfume
pero no lo saboreo.
Toco el hielo
pero no lo huelo.
Saboreo la comida
pero no la oigo.
VÍCTOR GARCÍA. 1º ESO B.